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Descripción

Información, cuidados y curiosidades: El Dascyllus trimaculatus, al ser juvenil, tiene tres distintivos puntos blancos en la frente, y dos más prominentes en sus costados. Conforme madura estos puntos casi siempre desaparecen, o les queda un punto remanente en los costados. Su forma cuerpo es ovalado, casi redondo, de color gris-azul profundo. Viven en el Océano Pacifico occidental, desde el este de África y el Mar Rojo a las islas de Oceanía. No vive en Hawaii o las islas Marquesas. Generalmente viven a profundidades que van de los 3 a los 55 metros, entre los corales o arrecifes rocosos.

Junto con los peces payaso (Amphiprion), los peces damisela pertenecen también a la familia Pomacentridae, que engloba a alrededor de 25 géneros y 320 especies.

De acuerdo con el Dr. Gerald Allen, la máxima autoridad en las sistemáticas del grupo, los géneros Acantochromis, Chromis y Dascyllus deberían ser colocados juntos en una subfamilia, la Chrominae, basándose en las características estructurales que comparten.

El D. Trimaculatus fue descrito por Ruppell en 1829.

Es un pez sumamente agresivo, y conforme va madurando, esta agresividad se incrementa, llegando incluso a morder la mano del acuarista que lo cuida y alimenta. No debe ser mantenido junto a peces tímidos o pacíficos. Puede ser mantenido en acuarios con peces semi agresivos y más grandes que él. Esta agresividad del pez es algo así como una enfermedad social, por lo que siempre hay que tener muy vigilados, para removerlos del acuario si se pasan de la raya.

Eso sí, son muy fáciles de mantener en cautiverio pues son extremadamente adaptables, resistentes y nada melindrosos para comer. El acuario debe tener rocas vivas, en cuyos huecos el pez pueda refugiarse y descansar.

Hay que tener en cuenta que los D. Trimaculatus juveniles pueden ser devorados por peces cuya boca sea lo suficientemente grandes.

En la naturaleza estos peces se alimentan principalmente de plancton, zooplancton y algas bénticas, pero en cautiverio aceptarán cualquier tipo de comida. De hecho, hay que mantenerlos controlados para que dejen comer a los demás peces. Hay que alimentarlos frecuentemente en pequeñas cantidades, con diferentes tipos de alimentos secos, frescos, congelados y vivos, de origen vegetal o animal. Esto ayudará a reducir su agresividad.

Estos peces poseen la curiosa habilidad de comunicarse químicamente o mediante sonidos que producen (sí, pueden ser bastante escandalosos). Frecuentemente entablan relaciones simbióticas con las anémonas, como los peces payaso. Pueden llegar a vivir más de 10 años en cautiverio. Son peces resistentes, comen como para perjudicar y resisten los peores errores de novato en el acuario.